Vivir sin sentir sería un sinsentido.

Vivir sin sentir sería un sinsentido.
The flower that blooms last is the most rare and beautiful of all.

Tuesday 23 June 2015

Inefable.

No se trata de misterios, ni de fisgar en la pira de evocaciones neonatas. No se trata de este cimiento coetáneo el cual, porfiado, se adhiere a la enredadera que conforma mi corteza nevada y funde en mis ojos retintos una invidencia tan juiciosa como incauta. No se trata de erguirse por vez primera con ampulosa jactancia; pues ya sabes, querida, que el más imperecedero de los vidrios puede fragmentarse con un dúctil parpadeo, con postas de etéreos vocablos que juegan a emular a las balas. En este mi paréntesis (fortuito y ermitaño, pues hace mucho que dejé marchar a los cohortes del tiempo), caté la savia de mi ignorancia y sucumbí a un mecimiento tan voluble como férreo. Y es que, a veces, explicarte que tus atalayas me embelesan se hace tan utópico como la intransigencia de una invitación a otear el horizonte mientras me pierdo melindrosamente en el bálsamo de tu existencia. Que la curiosidad más burda es desbordada por el ardiente centelleo de tus astros, pues de tu recelo emana una perspicacia voraz, avenencia entre silencios que bisbean entre sí. Y no consiste en aligerar — al fin y al cabo, son infinitas las alienantes veredas que nos conducen a nuestro ostracismo de sombras. Tal vez, y sólo tal vez, no he aprendido a calcinar mi vestigial desasosiego en esta lumbre sediciosa. Pero cómo negar que el fulgor de dicha hoguera me moldura en sus entrañas, abriéndose paso entre los resquicios de mi cascarón. Cómo negar que mi ignición se disfraza de un convenio en el que sístole y diástole se estrechan en un abrazo mortal. Cómo negar que el hermetismo de la duda deambula errante sobre la pérgola del ocaso. Cómo negar que me he convertido en estrella. Que dejé de recrearme en la luz para transformarme en una sempiterna poza de luminiscencia infinita. 
Addah Monoceros.

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