Vivir sin sentir sería un sinsentido.

Vivir sin sentir sería un sinsentido.
The flower that blooms last is the most rare and beautiful of all.

Monday 17 November 2014

Ápeiron.

Deambulaba a la deriva en los confines del satírico dédalo que ella misma había gestado. El redil de pensamientos que conformaban sus muros la aprisionaba en un sañudo emporio de luces y sombras aunadas en tormentoso vacío. Vacío del que ella, ilusa, se había valido para forjar una utopía hogaño despeñada en una estepa de cenizas, ¡tan revoltosas ellas! ¡Tan hermosas! Vanagloriándose de la ardiente indumentaria que vorazmente las devoró en su día, la contemplaban, traviesas, y ella aminoraba el paso, pues el vacío la henchía de obsoletas remembranzas. Si tan sólo pudiera degustar su esperanza, edulcorarla de promesas y saciar su contrición infantil, su afligida puerilidad. Si tan sólo gozase de la audacia pertinente como para dinamitar la prisión en la que tan yerta se sentía. ¿Quién fue él? ¿Qué nimiedad la impulsó a encerrarse en sí misma y fingirse libre? ¿Qué clase de sortilegio la embelesó vilmente, usurpando su sistólico dogma? 

Mas nunca es tarde, preciosa. El tiempo no es más que un ilusorio disfraz, tan espléndido y a la vez tan fugaz, que pocos se detienen a ahormar su vulnerable fragilidad. Rompe con todo, pequeña. Brota, cual fénix, del rescoldo de tu ventura. Arde, lucha, siente. Húrtale a la vida su efímero hálito, y despliega los pétalos de tu propia combustión. Traza el camino que tu hipnótico laberinto decreta. Pues la mente, querida, es un pandemónium, un aprisco de entropía; y la entropía, niña mía, es libertad. 

Addah Monoceros. 

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