Vivir sin sentir sería un sinsentido.

Vivir sin sentir sería un sinsentido.
The flower that blooms last is the most rare and beautiful of all.

Monday 10 August 2015

Apitoxina.

Y firmó un acuerdo con el miedo, sin pensar, sin desmenuzar su petulancia, como si el empirismo que la ataviaba fuese irrompible y eterno. ¡Lucharé, pelearé! ¡Hasta el mismísimo final! Y quizá fue ese grito terco el que ahogó las tranquilas y doctas palabras de quien sabía, de quien lo había visto, de quien lo conocía mejor que ella. Tal vez se negó a escuchar por el miedo a ininteligibilidad de una niñez perpetua. Creía, pobre ingenua, que la osadía ruge, que se vanagloria en un abismo reacio a devolver la mirada. Vislumbraba, a lo lejos, el tímido indicio de un albor desconocido, invitador incluso; mas el recelo, arduo y revoltoso, la llevaba a rezagarse en las tinieblas de una ambigüedad angosta de la que ansiaba (y temía) escapar. 

Su mente, tan dulce como amarga, constituía un panal cuyo interior jamás había explorado por sí misma. Las abejas zumbaban en derredor suyo, y ella siempre había gustado de contemplarlas, entre arrobada y sagaz, desde una cercanía prudentemente distante. Eran suyas, bellas y letales. Musicales, voluntariosas, perseverantes, revoloteando en una entrópica jerarquía de cadencias melismáticas y arpegios entretejidos entre sí. ¡Tan intricado, tan barroco, tan angustiosamente artificial! Curiosidad, curiosidad... ¿Qué nigromancia se oculta bajo tus seductores interrogantes? ¿Qué clase de embrujo nos embauca en este nuestro esoterismo amado? Pues hoy tiendo las manos hacia el panal, pugnando por descubrir su epicentro, ese núcleo palpitante que hospeda el todo y a la vez la nada... y su enjambre, despiadado y posesivo, asalta mis ojos entre silbidos furiosos, emponzoñándome con el aguijón de quien mataría por conservar el diamante en bruto que acoraza. Un centenar, mil quizá. ¡Y no veo! El dolor me consume, me apedrea, y mis alas de pájaro se pliegan en un atormentado amago de arroparme entre las sombras. 

El círculo vicioso perfora mi piel. Conviene resquebrajarla para espiralizarlo. Derramando sangre, cicatrizando, sanando. Y quizá, en algún futuro remoto, mi epidermis geste un escudo lo suficientemente robusto como para aventurarme en el interior del panal. Pues será que en su médula existe algo mucho mayor que una hermosura melindrosa y sobria. Tal vez la belleza del panal no resida en una explosión de enredaderas peliagudas (pero vacías). Tal vez el panal ni siquiera conforme dicha belleza, sino un obstáculo que yo misma erigí con los antófilos de un pasado turbio y yerto. Será que mi diamante fue enterrado por un hado que sólo mis abejas son capaces de pulir. 

Addah Monoceros.

5 comments:

  1. por lo q puedo entender tu mente es dolorosa de explorar. Ojalá yo una mente como la tuya tan hermosa !!!

    ReplyDelete
  2. Aish, querido/a, toda mente es bonita a su manera. Que la tuya haya percibido algo mágico en la mía denota que eres capaz de generar una magia que no pertenece a nadie sino a ti mismo. Tus pensamientos conforman tu ser, pues eres tú quien los concibe. ¿Consecuencia? ¡Tu mente es bella! Incluso cuando se trata de temática oscura y, como bien dices, dolorosa. ¿Acaso no hay prodigio mayor que, sencillamente, el de poder sentir?

    ReplyDelete
  3. Que hermoso, tienes un estilo tan característico, tan mágico, tan tú. Me encanta releer tus textos una y otra vez desmenuzando cada párrafo, me gusta tu manera de acomodar las palabras perfectas a sentimientos que a veces costosamente podemos describir con ellas, de una forma tan armoniosa y musical como lo haces tú. Y por supuesto me encantan los mensajes que transmites. Nunca me he animado a dejarte un comentario y no entiendo por qué, espero hacerlo más a menudo

    ReplyDelete
    Replies
    1. Oh, muchísimas gracias. ¡Mágico es lo que me has escrito tú! Y, por supuesto, eres bienvenido (¿o bienvenida?) a escribir y comentar lo que desees. :)

      Delete